Uno de los embarcaderos es propiedad de la tribu Miccosukee, parientes de los indios semínolas y moradores de los pantanos durante los últimos 500 años. A los micosuques, en comparación con otras muchas tribus de Norteamérica les va bastante bien. Por un lado tiene el turismo: además de los paseos en bote, han montado un poblado museo micosuque en el que cada tres horas tienen un show en el que un indio coge a un alligator le abre las fauces y mete la cabeza dentro durante un par de segundos (ya decía yo que los alligators son buena gente). Inmediatamente después de sacarla, las mandíbulas se cierran en un suspiro y suena a portazo de coche (están entrenados...). A parte del poblado, que tiene una pinta bastante falsa tipo pueblo indio de Port Aventura, lo que más pasta les da a los micosuques es su casino. En EEUU, the land of the free, hay muchas cosas prohibidas, entre ellas muchos tipos de juego (p.ej.: están prohibidas las tragaperras en los bares). Sólo en unas cuantas ciudades (Vegas, Atlantic City, Reno...) y en las reservas indias están permitidos los casinos. En 1988, el Congreso aprobó la Ley de Regulación de Juego Indio, por la cual permitió a las tribus crear sus propios casinos con el objetivo de promover el desarrollo económico y la autosuficiencia de las tribus indias y fortalecer su gobierno.
El casino micosuque me pareció bastante deprimente. Nos falló el camping que teníamos planeado para ese día y acabamos durmiendo en el casino (jejeje...). Florida es el estado de los jubilados por excelencia y la sala principal del casino estaba formada por largas hileras de tragaperras donde cientos de jubilados y jubiladas se estaban dejando la pensión, bajo una densa nube de humo de tabaco. Un poco más allá, en la sala de bingo, estaban vendiendo los cartones para la última serie de juegos de la noche. Provistos de rotuladores oficiales y unos cuantos cartones, y con la ayuda de un cubano americano, que nos explicaba de que iba cada uno de los juegos, estuvimos pasando el rato. Moraleja: para alguien que sólo ha jugado al bingo en las fiestas de San Clemente (línea y cartón) el bingo en América es extremadamente complejo.
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