miércoles, 12 de marzo de 2008

Florida Dos: The Everglades

Tras salir de Miami nos fuimos a los Everglades, el segundo parque natural más importante de Estados Unidos después de Yellowstone. Los Everglades son famosos por los alligators, los pájaros, los paisajes pantanosos y los airboats. Empecemos por los alligators. Estos lindos animales, parientes cercanos de los cocodrilos, son mucho más pacíficos que sus primos, se pasan la vida tumbados tomando el sol y sólo comen una vez por semana. Las probabilidades de que te muerdan son bastante bajas pero aún así, los rangers del parque te advierten de que está prohibido darles de comer. Al parecer son cortos de vista y cuando muerden no diferencian el bocata del brazo. Los airboats son otra de las atracciones de los Everglades aunque, desde hace algunos años, están prohibidos en el interior del parque. En las afueras, a lo largo del Tamiami Trail (la carretera que une Tampa y Miami) hay decenas de embarcaderos de donde salen airboats a dar una vuelta por los pantanos del exterior del parque. Todo está perfectamente preparado para que el turista pueda tener su aventura. 
 
 
Uno de los embarcaderos es propiedad de la tribu Miccosukee, parientes de los indios semínolas y moradores de los pantanos durante los últimos 500 años. A los micosuques, en comparación con otras muchas tribus de Norteamérica les va bastante bien. Por un lado tiene el turismo: además de los paseos en bote, han montado un poblado museo micosuque en el que cada tres horas tienen un show en el que un indio coge a un alligator le abre las fauces y mete la cabeza dentro durante un par de segundos (ya decía yo que los alligators son buena gente). Inmediatamente después de sacarla, las mandíbulas se cierran en un suspiro y suena a portazo de coche (están entrenados...). A parte del poblado, que tiene una pinta bastante falsa tipo pueblo indio de Port Aventura, lo que más pasta les da a los micosuques es su casino. En EEUU, the land of the free, hay muchas cosas prohibidas, entre ellas muchos tipos de juego (p.ej.: están prohibidas las tragaperras en los bares). Sólo en unas cuantas ciudades (Vegas, Atlantic City, Reno...) y en las reservas indias están permitidos los casinos. En 1988, el Congreso aprobó la Ley de Regulación de Juego Indio, por la cual permitió a las tribus crear sus propios casinos con el objetivo de promover el desarrollo económico y la autosuficiencia de las tribus indias y fortalecer su gobierno. 
 
El casino micosuque me pareció bastante deprimente. Nos falló el camping que teníamos planeado para ese día y acabamos durmiendo en el casino (jejeje...). Florida es el estado de los jubilados por excelencia y la sala principal del casino estaba formada por largas hileras de tragaperras donde cientos de jubilados y jubiladas se estaban dejando la pensión, bajo una densa nube de humo de tabaco. Un poco más allá, en la sala de bingo, estaban vendiendo los cartones para la última serie de juegos de la noche. Provistos de rotuladores oficiales y unos cuantos cartones, y con la ayuda de un cubano americano, que nos explicaba de que iba cada uno de los juegos, estuvimos pasando el rato. Moraleja: para alguien que sólo ha jugado al bingo en las fiestas de San Clemente (línea y cartón) el bingo en América es extremadamente complejo.  



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